Yenebier Guillén Una dama comprometida

Yenebier Guillén

Yenebier Guillén se le escapó al deporte de balonmano y al softbol, hasta que que se quedó precisamente en el menos pensado: el boxeo. El gran cambio realizado por la dominicana le ha permitido convertirse en la primera boxeadora que avanza a unos Juegos Panamericanos.

Con todo y ser una novata en el escenario internacional, se enfoca en grandes aspiraciones. Pone de ejemplo lo ocurrido en Ecuador, el segundo escenario para alcanzar un puesto en la cita de los Panamericanos de Guadalajara 2011 (14-30 de octubre).

En su primer intento las cosas no funcionaron como esperaba, pero sí en Ecuador. “Para no exagerar mucho en la primera clasificatoria en Venezuela, no me sentía muy bien preparada”, dice. “Ahí perdí en la primera pelea, pero en Ecuador en la segunda eliminatoria, ya tenía la confianza de que iba a clasificar, no con oro pero sí preparada para clasificar”.

Asegurada su clasificación para nada se conformó con solo ese paso. “Hay atletas que a veces dicen ya clasifiqué y se entregan”, señala, “pero dije vamos por la medalla de oro, me fui todo por el todo, aunque en realidad, parte, porque el todo por el todo será en Guadalajara”.


Guillén es la única boxeadora que representará al país en Guadalajara. Aspira también a avanzar a los Juegos Olímpicos de Londres 2012. “Me estoy preparando para el triunfo en Guadalajara, si Dios me lo permite”, dice. “Estoy enfocada en Guadalajara, después entonces a ver si clasifico en el Mundial para las Olimpíadas”. Guillén, de 24 años, estudia Informática, carrera que le ayuda a pagar la Federación Dominicana de Boxeo.

FUERA DEL BOXEO. El apetito de Yenebier necesita, como la mayoría de los atletas, algo más para quedar satisfecho. Ella es un caso especial.

Reclama que el boxeo femenino sea incluido en el Programa Parni. Pero tampoco está en los Juegos Deportivos Militares, lo que le impide otro pago, algo que ella lamenta, no solo por el dinero, sino por la competencia en sí. “Deberían incluirlo (en los Juegos Militares) porque si dicen que las Olimpíadas es lo más grande y lo tienen (el boxeo), entonces aquí deberían hacer lo mismo. Hay muchas muchachas que quisieran estar”.

Para amortiguar en parte la carga económica de su hogar, cuando puede, ya no con tanta frecuencia por su ocupación en el boxeo y los estudios, reparte volantes de una tienda, sí, volantes.

Se trata de la tienda el Faro Muebles, de Los Mameyes, donde ella reside. “A veces me pongo a repartir volantes acabando los entrenamientos y todo eso para tener por lo menos lo de mañana”, dice. “Ahora no lo hago tanto, porque los entrenamientos son muy fuertes. No vengo de una familia que me lo da todo”.

¿Nunca preparada?

El estilo de preparación de La Zurda (su apodo) excluye nunca sentirse segura de que todo está bien. “Nunca digo que me siento preparada totalmente”, dice y emite su razonamiento: “porque siempre falta algo y pensando que falta algo fortalezco un área u otra”. Guillén es respetada por sus compañeros.

Es la única dama en el gimnasio del pabellón de boxeo del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte y por demás es una chica orgullosa por ostentar la primera representación en unos Panamericanos, logro que va acompañado de una responsabilidad.

“Eso me hace sentir súper orgullosa, contentísima y a mi familia también”, señala. “Ahora siento que tengo un compromiso conmigo misma primero, y con el pueblo dominicano, luego de mi triunfo en Ecuador, tengo más compromiso, siempre lo he tenido, pero ahora más”.